Compré un cempedak (como el jackfruit pero mejor) solo para descubrir que no estaba maduro después de abrirlo. Al día siguiente, lo traje de vuelta a la frutería, y el jefe, el Sr. Min, me dio un reembolso de inmediato. Me sorprendió gratamente y le hablé extensamente sobre su negocio. Aprendí tres lecciones.

1. Los primeros años de iniciar un negocio son difíciles. Dijo que hace 10 años, cuando comenzó la tienda, apenas había clientes. Luchó durante 3 años antes de que su negocio despegara. La perseverancia es clave porque lleva tiempo ganar la confianza de los clientes.

2. Estar orientado al servicio. No esperaba que un vendedor de fruta de una pequeña tienda mencionara el servicio, pero tiene razón. No importa cuán pequeño sea un negocio, el servicio es clave para lograr la satisfacción de los clientes.

3. Trate bien a los clientes habituales. Según el Sr. Min, si no puede mantener a sus clientes habituales, entonces hay pocas esperanzas de obtener nuevos.

¿Son aplicables estas lecciones a los empleados que trabajan para empresas? La respuesta es sí, es lo que Crownwell está haciendo en este momento.